A veces me preguntan: ¿cómo es la vida como autista? ¿Cómo percibes el mundo? ¿Por qué tienes problemas con la gente, con el ruido y otras cosas „normales“? Pues, para decir la verdad estas cosas son diferentes para cada autista, en consecuencia solo puedo describir como son para mí.
Imagínate la siguiente situación: estás en casa buscando tu gatita que tiene una voz baja. Tienes la radio y la televisión encendidas a volumen máximo, y la campana del extractora de humo, un ventilador y el (la) alarma de incendio hacen ruido también. Pero eso no es todo. Alguien ha atomizado un perfume dulce en tu casa y el aire tiene un olor a pescado, a azúcar quemada y a la caja de arena de tu gata. También alguien ha puesto un estroboscopio flash y unas luces que normalmente tienen en una discoteca. Llevas ropa demasiado pequeña ajustada/apretada que frota lastima tu piel dolorosamente, y además la ropa es demasiado calurosa abrigada. Déjame hacerte una pregunta: ¿puedes oír tu gatita?
Siento mi autismo exactamente así. No disfruto de los filtros que tienen personas neurotípicas, como se llama gente sin autismo. Puedo oír, oler, ver y sentir prácticamente todas las cosas al mismo tiempo. De vez en cuando la gente pregunta: ¿pero cómo consigues no ponerte loco? Pues, tengo más de 40 años de entrenamiento de manejar mis percepciones. Si me siento bien en general, puedo decidir bastante rápido cuales informaciones (quiere decir: que ruido, que olor etc.) son importantes. Por ejemplo: si estoy en un restaurante hablando con mi marido y esperando la comida, puedo concentrarme a sus palabras. Al mismo tiempo puedo oír la gente alrededor hablando, riendo, comiendo. Y el personal moviendo entre las mesas y haciendo ruido en la cocina. Y la música. Y el ruido de pies que se mueven en el suelo. Y un móvil tintineando. Pero como estoy contento y calma, puedo concentrarme a mi marido y decidir que los otros ruidos no son importantes.
Pero más tiempo que estoy en esta situación más nervioso me pongo porque me cuesta mucho fuerza y energía mantener este filtro puesto. Y en algún punto este filtro se pone permeable. Empiezo a no entender todas las palabras que mi marido dice y por eso tengo que adivinar que quiere decir. Esto cuesta más energía y por eso el filtro se rompe más. Y si no puedo escapar de esta situación pronto, tengo algo que se llama Overload. Este Overload es el estado con la máxima tensión. Hay autistas que gritan en este estado o bracean etc. Yo no lo hago. Yo tengo otra estrategia: me da pena a mí mismo. Normalmente pincho mis uñas en mis manos. Este dolor me ayuda concentrarme un poco más a mi marido, pero no durante mucho tiempo. Tarde o temprano tengo que irme y buscar la tranquilidad. Normalmente necesito por lo menos una hora en mi cama en mi habitación oscura sin ningún ruido para mejorarme. De vez en cuando la tensión es tan grave que necesito más tiempo, algunas 10 horas o más aún.
Mi forma de autismo se significa por un cerebro zangolotino. No puedo dejar pensar, analizar y percibir todo alrededor. Mi cerebro es de alto rendimiento. Además soy superdotado, pero no soy un Rain Man 🙂 No tengo superpoderes al respecto a la matemática, pero me resulta fácil aprender lenguas y gramática. Gente neurotípica normalmente aprende un idioma para tener la posibilidad de intercambiarse con otra gente, pero para mí adquirir el conocimiento es la parte que más me da diversión. Es que gramática siempre tiene un sistema y todas las sistemas me ayudan ordenar el caos que está causado por vivir como autista en un mundo neurotípico. Por eso me gusta ordenar y limpiar mi casa también. Me da paz hacer orden, en mi mente y en el mundo exterior.
Tengo grandes problemas con situaciones sociales. Personalmente no puedo descifrar la mímica y los gestos de la gente. Eso es un idioma que no puedo aprender nunca, aunque lo he tratado durante muchos años. Soy ciego en esta vista. Por supuesto puedo ver que la gente hace algo con su cara cuando está hablando, pero no lo entiendo. Por ejemplo: durante mi niñez mis padres me decían que necesito sonreir cuando estoy feliz. En consecuencia creía que si alguien está sonriendo está feliz. Fue un choque descubrir que la gente también sonríe cuando está triste o decepcionada. Eso rompió todo mi concepto, mi plan y me dejó confundido. Obviamente la mímica es un idioma más complicado que español o noruego, porque no hay reglas. Solo se puede aprender estas reglas si se tiene un cerebro que soporta este proceso y en cerebro autístico no tiene este presupuesto. Es algo en los genes. Normalmente la gente no espera que un hombre sin piernas corra un maratón, pero a menudo la gente espera que alguien con autismo pueda „leer“ su cara. Pero eso no funciona.
Me cuesta muchísimo parecer „normal“ y figurar tener una mímica más o normal. En general mi estrategia es sonreír mucho y esperar lo mejor. Cuando estoy solo no tengo mucha mímica para nada y no la necesito, pero por supuesto me duele si mi hijo me dice „tu cara no me dice nada, siempre pareces ser neutral“. Tal vez no tengo mucha mímica, pero tengo muchos sentimientos y emociones, pero como tengo problemas mostrarlas hay gente que cree que soy una piedra sin sentimientos. Pero no es verdad. Parecer „normal“ me cuesta mucho energía también y por eso normalmente prefiero estar solo o con gente que entiende que silencio no es un señal de desinterés pero de inherencia.
Pues, ¿cómo es la vida como autista? Sobre todo increíble agotadora.