Korrekturen mit meiner Lehrerin gemacht
Ramón está en su habitación jugando en la computadora cuando entra su madre. Ella echa un vistazo a la cama, las estanterías, el suelo y el escritorio de Ramón y decide que es tiempo de hacer algo contra el lío.
Madre: Ramón, dame un minuto, por favor.
Ramón: Pero….vale, vale.
Él se despide de sus amigos y gira a hacia su madre.
Ramón: Dime.
Madre: Oye, hijo, no quiero empezar una pelea, pero a mí no me parece que ya hayas limpiado tu habitación como has prometido el fin de semana, ¿verdad? Es obvio que hay muchas cosas en el suelo que no deberían estar aquí, y hay mucho polvo por todas partes.
Ramón: Pero mamá, ¡es increíble que no puedas ver lo que ya he hecho!
Madre: ¿Estás bromeando?
Ramón: No, mira, me has rogado que limpiara mi escritorio y lo hice.
Madre: Vale, puedo ver que los platos sucios han desaparecido…
Ramón: Exacto, y también me has dicho que planchara mi ropa desportiva, y como puedes ver….
Madre: …ha desaparecido también, sí.
Ramón: Sí, y el polvo…no es justo que mi hermana no tenga que limpiar su habitación menos a menudo como yo, ¿verdad?
Madre: Mmm…vale, entiendo lo que quieres decir. Tengo una propuesta. Te pido que hagas algo contra en polvo en tu escritorio y las estanterías y voy a convencer a tu hermana de que limpie su habitación hoy también…y cuando estáis listos, pedimos pizza. ¿Qué te parece?
Ramón: Perfecto, mamá, así sí que voy a limpiar con más gusto.
Madre: Gracias, Ramón. Y recuerda: no impido que hagas más. El suelo…
Ramón: …no digas más, jaja. Voy a poner el suelo en orden, pero ahora quiero un postre también 🙂