La bruja de los bosques

Escribir una pequeña historia de miedo fueron mis deberes de una amiga de intercambio. Sólo me había dado la primera oración. Voy a añadir sus correcciones más adelante.

Un buen día de verano Pablo y Sonia estaban haciendo una ruta por el bosque cuando de repente empezó a llover y se perdieron del camino…

„Mira allí“, dijo Pablo. „Puedes ver esta casita también?“ Él señaló en una dirección y Sonia podía ver que de hecho había una casita hecha de madera entre los árboles. „Nuestro salvamiento“, exclamó ella y los dos corrieron tan rápido como pudieron a la casita.

Menos mal que la puerta no era cerrada. Los dos amigos entraron. En el interior no había mucha luz, pero Pablo encontró una vela encima de una mesa y la encendió con su mechero. Directamente pudieron ver que había unas sillas alrededor de la mesa, que obviamente formaban parte de la cocina. Además había un sofá en otro rincón y allí se sentaron después de secar su pelo con una toalla de la cocina. „Podría ser peor“, dijo Pablo. „Sí, pero espero que la lluvia—“

Pero Sonia no pudo finalizar su oración, porque en este momento ellos escucharon una risa malvada. Los dos se sobresaltaron. „¿Qué…..qué es….esto?“ preguntó Sonia que se dio cuenta que había apretado la mano de Pablo inmediatamente. Su amigo pareció pálido. „No lo sé“, contestó finalmente, „pero…¿no crees que eso haya sonido como….la risa de una….una bruja?“. „Una bruja? Pero Pablo, no sea tonto! No hay bru–“

Pero de repente la risa malvada se repitió y los dos amigos se sobresaltaron aún más esta vez. „Cr-creo que viene del primer piso“, cuchicheó Sonia. „¿Quieres indicar que yo tengo que buscar su origen?“ preguntó Pablo, pero Sonia movió la cabeza. „No nos separamos. En todas las películas de miedo es siempre un error si los protagonistas se separan. Vamos juntos“.

Cuando eran en la mitad de las escaleras pudieron oír la risa malvada otra vez. „Parece que viene de la habitación allí“, dijo Sonia después de habían entrado el primer piso. „¡Espera! No tenemos armas o algo para defendernos. Si sí es una bruja….¿no sería mejor salir de la casita? Tú también habías visto la película ‚Blairwitch Project‘, ¡y yo no quiero finalizar mi vida en una casita escondida en los bosques!“

Sonia pensaba un momento en sus palabras, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por otra risa de la bruja. Sonia tenía que admitir que la risa tenía algo malo, pero por otro lado quería saber que era. Dio su mano a Pablo y con un vistazo se pusieron de acuerdo que sólo había dos posibilidades: encontrar la fuente de la risa or morir juntos.

Con cuidado entraron la habitacíon. „No puedo ver nada“, susurró Pablo. „Pssst“, hizo Sonia. „Si es una bruja, tal vez tenga el poder de hacerse invisible“. De repente hubo una luz azul y la bruja rió otra vez. Y Sonia tambíen rió, porque había visto la fuente de la risa de la bruja: fue un móvil encima de ua mesilla de noche. Cuando Pablo lo había encontrado también prorrumpió en risa. „¡Ay, qué tontería!“, dijo. „Obviamente eso es la habitación de un niño que dejaba su móvil aquí“, dijo Sonia. „Mira todos los juguetes“. „Creo que sería mejor si anduviéramos abajo otra vez antes de que los habitantes vuelvan. Por lo demás van a tener un buen susto si vuelven y nos escuchan aquí.“ „Sí“, dijo Sonia“, „Podrían creer que somos brujas…..“

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